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Lunes a Viernes de 13.00 a 19.00 hs. 1 Piso de la Sociedad Hebraica Argentina - Sarmiento 2233

viernes, 25 de abril de 2014

Misceláneas judías para la pausa del Sábado

25 de Nisan de 5774

28 de Nisan - Iom ha´Zikarón la´Shoá ve la´Gvurá

Seis millones de veces uno

Seis millones de veces uno, más uno, más uno,
más uno, más uno...
Seis millones de personas, una por una.
Seis millones de personas como uno.
Seis millones de judíos fueron asesinados durante el Holocausto.

El Holocausto fue una enorme tragedia colectiva que le sucedió a la familia humana. Que le sucedió a gente como nosotros. Una pesadilla que cobró realidad en la civilizada Europa hace apenas unas décadas.
El Holocausto fue señalado por historiadores, filósofos, sociólogos y otros estudiosos como el hecho más trascendente del siglo XX, el que marca un antes y un después en la historia civilizada porque en su transcurso se transgredieron las normas básicas que hacen a la humanidad de las personas, y se pervirtieron los más elementales principios morales de respeto a la dignidad y a la vida.
Aunque la historia estuvo siempre marcada por actos de violencia, nunca hubo un Estado que anunciara y realizara una matanza sistemática de hombres, mujeres y niños con la intención programada de acabar con todo un pueblo, con toda una civilización, como lo hizo con los judíos por el solo hecho de serlo, el régimen nazi en Alemania a partis de los años ´30.
El Holocausto no fue un accidente en la Historia: ocurrió porque individuos, organizaciones y gobiernos legalizando la discriminación, el odio y el racismo, planificaron y ejecutaron una persecución y una matanza masivas.

De Eliahu Toker y Ana Weinstein,
"SEIS MILLONES de veces UNO. El Holocausto"

miércoles, 23 de abril de 2014

"Diálogo entre dos mundos"

Por Jack Fuchs y Silvia Lef

Jack:
      No tenemos Papa y si tenemos muchos Rabanim
 Dialogar contigo me hace pensar en otros temas y
discutir, con esa esgrima de la Palabra. como vos decís, me atrapa.  Como un
juego, sin ganador, sin perdedor, un juego para disfrutar el juego mismo.
Con  humor y sipurim entrelazados en los temas, lo bíblico,
lo talmúdico. Puertas a la poesía, a la sabiduría, a la verdad.¿Qué será?

Silvia:
     ¿Dialogar contigo? ¿Un ajedrez? . En la diferencia, lo novedoso.
Los últimos diálogos fueron sorprendentes tus ideas hiper-conservadoras. Tal
vez, reflejen un paradigma bastante habitual en una determinada generación
socio-cultural que aun persiste en no pocos pensadores

Jack:
     ¿ mujer es inferior al varón, camina  siempre atrás suyo?

Silvia:
     Más bien van a la par ambos sexos o a la dispar porque son otros aunque también
semejantes. ¿sojuzgamiento, subordinación, dominio? ¡Que invento!
 Creo que optar es correr el riesgo de errar. Quien hace se equivoca
Quien no hace,..... nada!

Jack:
    Mucho no comprendo este mundo actual. Es raro, enigmático. Pasan cosas
extrañas. La gente cambia una pareja por otra, deja una elección y hace
otra. Se olvidan. No tienen memoria.

Silvia:
     ¿Y si los cambios son buenísimos?. También podrían no ser para
mejor sino para peor

Jack:
    ¿Se puede cambiar de pareja, cambiar de familia? ¿Dejar
algo y tomar otro algo?  Super moderno pero no me va. Creo más
bien que hay que seguir con todo armado, hasta siempre.

Silvia:
 ¿ Paciencia para des-armar lo que no funciona y  para
re-armar algo que funcione con alguien que te haga feliz? ¿ofrendarías
tu felicidad por el qué dirán? ¿Estarías con alguien
que no te plenifique? Además, ¿por que pensar en abandono en vez de ensamble?

Jack:
Hummmmmmmmmmmm
   Lo tradicional. Sin cambiar. Sin innovar. Sin abandonar. Sin dejar.

Silvia:
¿Serás Yacub, quien trueca su nombre por Isra(EL) cuando lucha con
el malaj/ángel que emblematiza a Dios y le gana la batalla. Con la Letra,
con la Palabra, con la Milá?

Jack:
¿Seré el Patriarca del Siglo XXI, quien apuesta a la Vida como el
bien supremo, Circuncisión mediante como Ley?


Silvia:
  "¿(...)?"

viernes, 11 de abril de 2014

Misceláneas judías para la pausa del Sábado

11 de Nisan de 5774

PESAJ 2014/5774
LIBERTAD Y PREGUNTA

Pesaj es la fiesta de la libertad. Así se la conoce y se la celebra en los hogares judíos, sea cual fuere la forma en que esa condición judía se manifieste. Laicos o creyentes, apegados la tradición o “modernos y liberales”: a diferencia de otras fechas del calendario, Pesaj es fiesta compartida por todos, tal vez por su capacidad de ser resignificada. Hay innumerables Hagadot (la Hagadá es el libro que se lee en la cena de esa noche y donde se narra la gesta de liberación de los hebreos de su esclavitud en Egipto), desde las clásicas con ilustraciones medievales en las que Dios es protagonista principal, hasta algunas de las últimas décadas que relatan la catástrofe de la Shoá y la salvación de los sobrevivientes, sin mención alguna de intervención divina.
Es que “libertad” no es una noción religiosa, sino una idea que abarca todos los planos de la vida humana. Se puede hablar de libertad política, sicológica, de género; puede ser individual, de un pueblo, de un grupo… A ella se oponen la opresión y el sometimiento, y sabemos que se puede estar sometido a un gobierno, a mandatos familiares, a imperativos sociales, a prejuicios y miedos, a fantasmas del pasado, a sistemas rígidos, a obsesiones y adicciones… Se puede incluso, en efecto, ser esclavo de uno mismo. El sometimiento siempre supone atribuir al opresor una estatura monumental, como una pirámide, y verse a sí mismo como pequeño e indefenso.
Pesaj es, también, la fiesta de las preguntas: es obligatorio enseñar a los hijos a preguntar. Todos en la mesa interrogamos “¿qué tiene de diferente esta noche de las demás noches?”, “¿por qué comemos tales alimentos?”, y así se desgranan, a lo largo de la cena, múltiples cuestiones que articulan el relato y muestran que esta vez, cada vez y siempre, la libertad es una conquista y Pesaj es una historia de permanente actualidad. Pero preguntar es, ya, un acto de libertad.
Pero entonces, si libertad y pregunta son centrales, Pesaj resulta la fiesta de la extranjería. Porque implica salir a la intemperie, atravesar parajes desconocidos sin la engañosa protección de lo que ahora se revela como una carga y requiere ser puesto en entredicho. Demoler las pirámides. Salir de uno mismo al encuentro con el otro. Despojarnos de las certezas y atrevernos a cuestionar, a probar nuestras fuerzas y a confiar en ellas. A elegir lo que vale como guía, dentro de una tradición pródiga en relatos y motivos, aptos para servir de brújula a la vida individual y colectiva. Es que libertad y tradición no se oponen: no se trata de renegar de lo recibido sino de apropiarse de ello y usarlo productivamente.
Extranjería, y no errancia sin rumbo: de ahí que la festividad esté organizada como Seder, orden. Pesaj nos enseña a abandonar la comodidad del sometimiento, la ilusoria infancia y el dudoso beneficio de no tener que decidir por cuenta propia: se trata de aprender a ser extranjero, porque es en ese “afuera” donde cada elección determina el camino y funda un territorio de posibilidad.

Por un Pesaj alegre y libre! PESAJ CASHER VE SAMEAJ!!!

Diana Sperling dianasperling@gmail.com

**********************
Diana Sperling es filósofa, escritora, ensayista. Ha publicado los libros: Filosofía para armar. EMECE, Bs. As., 2014. Filosofía de cámara. Ediciones Mármol Izquierdo, Bs. As / Madrid, 2008. Del deseo. Tratado erótico-político, ensayo, Biblos, Bs. As 2001; Genealogía del odio: sobre el judaísmo en Occidente, ensayo, 1ª edición: EMECE, Bs. As 1995. 2ª edición: Altamira, Bs. As., 2007; La metafísica del espejo: Kant y el judaísmo, ensayo, Nueva Visión, Bs. As 1991; Señas particulares, cuentos, Grupo Editor Latinoamericano, Bs. As 1983. Numerosos artículos en medios de la Argentina y del exterior. Disertante invitada en instituciones nacionales y extranjeras. En su obra articula los textos clásicos de la filosofía con otros saberes, produciendo un pensamiento de la intersección y una puesta en cuestión de la gran tradición filosófica.





viernes, 4 de abril de 2014

Ciclos culturales 2014

LA AVENTURA DEL ARTE MODERNO
Ciclo de Artes Comparadas 

Encuentros audiovisuales conducidos por el Arq. ADRIAN BARCESAT
Concebido como un recorrido por la totalidad de las manifestaciones artísticas del período.

Pintura, escultura, música, arquitectura, danza, poesía y cine se encadenan a lo largo de este viaje apasionante.

Se trabaja sobre los nexos entre dichas expresiones indagando las inquietudes subyacentes en cada período que se manifiestan en todas ellas.

El ciclo que abarca el arte moderno y contemporáneo desde los comienzos del impresionismo hasta el día de hoy.
DURACIÓN : UN CUATRIMESTRE

FRECUENCIA : UNA CLASE SEMANAL DE 2 HS. 
DÍA: LUNES A LAS 19.00 HS. 
LUGAR: BIBLIOTECA POPULAR "ALBERTO GERCHUNOFF" 
Actividad gratuita para socios
Informes e inscripción en Biblioteca o cultura@hebraica.org.ar

CONTENIDOS:

- El Impresionismo: culminación y ruptura
Impresionismo y Simbolismo. Art Nouveau

- La dispersión posimpresionista

Expresionismo y Cubismo


- Color y hedonismo

Fauvismo. El color como absoluto constructivo

- El Pathos Expresionista

En Pintura, Arquitectura, Danza y Cine
 

                                                    ***************************

Por séptimo año consecutivo, conjuntamente con el Programa Bibliotecas para Armar 
de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad:
 
 CICLO ANUAL DE CINE Y LITERATURA
“El malo de la película”
A cargo de MARIO MÉNDEZ


OBJETIVOS

Homenajear a los villanos, los antagonistas por antonomasia, cuando asumen el rol protagónico en libros y películas.Reflexionar acerca de las diferencias y semejanzas entre los modos de narración literarios y cinematográficos.



CONTENIDOS

Cada punto del programa abarcará diferentes encuentros, en los que se alternará la discusión de los textos propuestos y la proyección de los fragmentos de films relacionados con la subsiguiente proyección de una película que será luego debatida.

Consultar programa en www.hebraica.org.ar


ENCUENTROS SEMANALES
COMIENZA EL MARTES 1º DE ABRIL, A LAS 19.00 HS.
LUGAR: BIBLIOTECA POPULAR "ALBERTO GERCHUNOFF"
Actividad libre y gratuita
Informes e inscripción en Biblioteca o cultura@hebraica.org.ar

"Diálogo entre dos mundos"

Por Jack Fuchs y Silvia Lef

Jack:
 Estuve pensando en el Rab Freud, tu Rab y lo que dijo acerca de la
guerra, de la rivalidad a muerte entre personas. No está mal lo que él
dijo.Eso de que "el hombre es el lobo de hombre" es muy cierto, además
de terrible.

Sivia:
    Esa frase es hobbesiana. Freud la cita en "El malestar en la
Cultura" para referir(se) a la pulsión thanática des-cargada contra el
otro como congenere rival. ¿No pensás que Freud bien podría ser,
también, tu Rab? Es liberal respecto de sus ideas. Imaginate que mete
racionalidad en lo que nombra como "Porvenir de una ilusión" : la
religio/religionis/religíon Aquello que re-liga, vuelve a lo superior,
al origen, a la fuente.

Jack:
Podría ser. ¿Por qué no? Algo de psicoanálisis tengo en mí.

Silvia:
      Fijate si el deseo inconsciente manda, prescribe. Tal vez lo
indestructible tenga que ver con la pulsión de Vida y de un otro modo,
retorna el mandamiento hebraico que tanto te identifica. ¿Sabrás a
cuál me refiero? Además del freudiano: "La naturaleza está perdida
para el hombre..."

Jack:
    Al "No matarás", al quinto del Decálogo
  ¿Somos seres eminentemente de Cultura?
  ¿Hijos del simbolismo?

Silvia:
¿Del Brit Milá? ¿De la Palabra Vale Acto? ¿Del Pacto de Palabra?
¿De la Circuncisión?

Jack:
    ¿Quíén Soy?

Silvia:
¿Jacub? ¿El que trocó su Nombre por Israel? ¿Quién 
transformó en lucha la Letra, la Palabra, la Ley? ¿El que le ganó al Malaj que
emblamatiza a Dios y le mostró el coraje humano para pelear la Vida
sin temer la identidad humana, al desnudo? ¿El que no olvida la regla
de oro, la finitud para nuestra especie y para todos nuestros
congeneres sin excepción?

Jack:
       "¿(...)?"

Misceláneas judías para la pausa del Sábado



4 de Nissan de 5774

Retorno a Don Quijote de Alberto Gerchunoff

De lo vivo y activo en el quijotismo
Tengo por costumbre, desde hace cerca de cuatro décadas, poner la Biblia en mi maleta de viajero, en la versión de Cipriano de Valera, que me place por sus frecuentes giros arcaicos, y un tomo de "Don Quijote de la Mancha”, en una tosca y económica edición de Barcelona, que me acompaña en la vida no menos de media docena de lustros, deslomada por el uso, con las páginas cruelmente abarquilladas y las tapas de cartón con la imagen del Caballero de la Triste Figura, su rocín esquelético y el buen escudero montado en su asno positivo, en colores violentos y abarnizados que largos años atrás se me pegaban a los dedos. Esos libros me bastaban siempre en mis variados trayectos de curioso trotador sobre la cáscara del globo terrestre. En el tren paciente a Tucumán o hacia la Cordillera, camino de Chile, en el barco a Europa, cuando Europa ofrecía al mundo el espectáculo de su plenitud armoniosa, o hacia las playas rientes y olorosas del Brasil, junto a la ventanilla del vagón o en la plástica silla de tijera, en la cubierta, frente al regocijo del mar, releía, con incansable apetencia religiosa o poética, la cosmogonía de los primeros capítulos del Génesis, con sus oleadas épicas y  sus gérmenes ya completos de sociedad organizada. Y fatigado en la meditación sobre los temas de la humanidad primaria, en que el ingenuo y torvo Adán se desprende de su inocencia de ser divino, esto es, dotado del privilegio de la inmortalidad y del ocio, a condición de someterse, al lado de Eva, maravillosamente desnuda y prodigiosamente inerte, como todo lo que crecía y se desarrollaba en la cuenca feraz del Paraíso, al régimen totalitario impuesto a la zona edénica por la voluntad demiúrgica y militar de Jehová, cerraba, digo, la Biblia, con la señal inútil allí donde dejara de leer lo que tantas veces leyera, para abrir, en cualquier parte, la historia de Alonso Quijano, el amable vecino de aquel lugar de la Mancha del cual no quiso acordarse su puntual narrador y yo nunca, en tan prolongada frecuentación del relato, pude averiguar con mis escasas luces, para situarlo en la fabulosa geografía erizada de molinos de viento, de gigantes y de sabios encantados. Mi ánimo se exaltaba así con la sucesiva hilera de aventuras y éstas me sumergían, como solía ocurrirme en la mocedad, en ese estado de ensoñación que es particularmente propicio al que viaja. A través del cristal de la ventana abarcaba la ancha llanura argentina, desplegada de horizonte a horizonte, cubierta de dibujos geométricos trazados por el arte labriego del arado, las islas arbóreas de que emergen, con sus cascos rojos o los antiguos y pardos miradores, las mansiones en los fundos señoriales, la capilla doméstica o aldeana, de torre tímida, o poblada, de trecho en trecho, mientras el convoy urgente enhebra sus ristras de kilómetros, por manadas de novillos de ancas compactas y de pelo uniforme, negros, descornados, o bien rojizos y de roma cornamenta, entregados a la actividad multitudinaria de pacer, de llenar sus cuádruples estómagos con fruición metódica. Y también, como en el páramo manchego, molinos de aspas cantarinas, movidas por la racha o por la tracción antirretórica de un oculto motor de medio caballo. Pero, en la hora de la siesta, esas novilladas, esos islotes de eucalipto, esas palas acumuladoras de agua en el tanque de cemento o de barreras de zinc, se transformaban al conjuro de la evocación quijotil, y me despojaba, habitante urbano, de hábitos burgueses, con la pipa en la boca, en persona espectral, en entelequia puramente literaria, retrocediendo siglos, y agregado, por la magia del sublime deshacedor de entuertos, en uno de su grey, inflado de ira contra el cura, el barbero y el académico Sansón Carrasco. ¿Habría retrocedido realmente en la ruta temporal y hundídome en el pasado, incongruente ya con la estancia criolla, la hacienda contemporánea, con el ferrocarril que cruza las hendiduras de los Andes, o las turbinas que impelen al suntuoso transatlántico, con su maestresala que ofrece al pasajero foiegras y caviar y una botella de chablis perfectamente frappé con chispas de helado sudor en el gollete? Lo creo, amigos de Don Miguel de Cervantes y de su multigénito Don Quijote de la Mancha y, por ende, amigos míos. El curriculum vitae del paladín que salió una mañana, a horcajadas de Rocinante, con su visera de pasta fabricada, sin duda, con los desechos de una caja en que se trajo un justillo a su sobrina, al cumplir la edad de moza, la jofaina y la espada comida de orín, en busca de ocasiones prodigiosas para mostrar el valor de su brazo y el mérito de su limpio corazón, dispuesto a defender la justicia ofendida, ese curriculum vitae de que nos informa Don Miguel de Cervantes, lleva en sí el sortilegio clarísimo de convertirnos en gente de la raza quijotesca, en armadores suyos, en seguidores inescarmentables de su suerte donosa y melancólica. ¿Qué es el escritor sino un individuo de esa progenie, cuya nobleza consiste, precisamente, en atisbar una posible pendencia, tentado por lo imposible, y desaconsejada por el varón grave que nos advierte con sacerdotal solemnidad: la cosa que intenta no conviene porque no trae provecho ni honra que es una de las más conocidas formas de aprovechamiento? El escritor, sin proponerse gobernar, como el excelente Sancho, la Barataria, ni alcanzar las doradas cruces con que se consagra la importancia de las personas sensatas que aguardan en su casa honorificencia de la magistratura consular, de la proceratura imponente o de la doctoración memorable, el que escoge, para decirlo en breve, el trabajo de la palabra, se tonsura per in eternum secundum ordinem Melchisedec, resuelto a ejercer las proezas quijotescas, acudir allá donde no le llaman y pronunciarse respecto de asuntos que los administradores de la república y los jueces regulares jamás pensarían someter a juicio. 

De: Gerchunoff, Alberto. Retorno a Don Quijote, Sudamericana, Buenos Aires, 1951. Prólogo de Jorge Luis Borges.