Horario de Atención

Lunes a Viernes de 13.00 a 19.00 hs. 1 Piso de la Sociedad Hebraica Argentina - Sarmiento 2233

lunes, 29 de julio de 2013

SEMINARIO



LA AVENTURA DEL ARTE MODERNO
Ciclo a cargo del Arq. ADRIAN BARCESAT *

CONTENIDO: Ciclo sobre el arte moderno y contemporáneo desde los comienzos del impresionismo hasta la actualidad.
Un recorrido por la totalidad de las manifestaciones artísticas del período: pintura, escultura, música, arquitectura, danza, poesía y cine.
Se trabaja sobre los nexos entre dichas expresiones indagando  las inquietudes subyacentes en cada período que se manifiestan en todas ellas.
Se desarrolla con un carácter intensamente audiovisual, mediante la proyección de imágenes, música y videos que ilustran las ideas que se plantean.


módulo 1

LUNES 5 DE AGOSTO
EL IMPRESIONISMO: CULMINACIÓN Y RUPTURA                    
Impresionismo y Simbolismo
Debussy y Mallarmé
Los Art Nouveau
El tiempo recuperado de Proust

LUNES 12 DE AGOSTO
LA DISPERSIÓN POSIMPRESIONISTA                                             

Las líneas de fuga hacia el fauvismo,
el expresionismo y el cubismo
Conflicto y exotismo
Rimbaud y el primer Satie

LUNES 19 DE AGOSTO
COLOR Y HEDONISMO
Fauvismo: el color como absoluto constructivo
Sensualidad y exotismo: Debussy, Ravel y Stravinsky
Les Ballets Russes y Pierre Louys

LUNES 26 DE AGOSTO
EL PATHOS EXPRESIONISTA I
Los antecedentes:
Expresionismo del Norte de Alemania: Die Brücke
Arquitectura, Cine y Escenografía
La danza expresionista: Mary Wigman
El expresionismo musical: Strauss y Mahler

MATERIAL: PROYECCIONES, VIDEOS Y MÚSICA.  Se entregan resúmenes al final de cada clase, y bibliografía adicional a quién lo solicite.

* ADRIAN BARCESAT es arquitecto y profesor de Historia del Arte. Ha sido Profesor de Historia del Arte y la Arquitectura Moderna y Contemporánea en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA.

Los lunes de Agosto, a las 19.00 hs.
En Biblioteca Popular “Alberto Gerchunoff”

Informes e inscripción en Biblioteca o cultura@hebraica.org.ar
4127-2273
Actividad gratuita para socios
No socios: $50.- por clase.

"Diálogo entre dos mundos"

Por Jack Fuchs y Silvia Lef

 Jack:
Pienso mucho en la diferencia entre "negar" e "ignorar".
¿Qué dirías entre esos dos verbos?

Silvia:
Son super distintos.
El negar puede ser el decir que no a algo y también el "mecanismo de
defensa yoico" por el cual frente a algo intolerable, el sujeto se
defiende. Se angustia ante éso de lo que no quiere ni hablar y hace de
cuenta que no existe. El ignorar es "pasar por alto", "hacerse el
tonto", "permanecer indiferente a alguna cuestión y/o persona". 
La primera operación pareciera ser inconsciente y la segunda conciente. 
 
 Jack:
¿Por qué crees que se escapan de mi?

Silvia:
¿Quíen podría escaparse de vos?
Creo que ningun humano sensato. Lo que me parece sucede es que sos muy
crítico e incisivo e intentás ir hasta el fondo de los temas y la gente, salvo excepcionalidad, 
prefiere omitir temas de gravitación existencial como las guerras, las muertes, las persecuciones
ideológicas, las xenofobias, la irracionalidad humana, etc.
Vos les recordás aquello de lo que no quieren hablar. Huyen de esos abordajes, no de vos.

Jack:
¿Me niegan o me ignoran?
Fijate un amigo mío que es filósofo, sólo a través mío accedió a la Schoá.
Antes lo negaba a ese tema o lo ignoraba, o las dos cosas a la vez.
Ahora: ¿Arendt es tan importante para la filosofía? ¿Qué cambia con el
nombre de ella? ¿Por qué hay que leerla? ¿Podés aceptar que estuvo con 
Heidegger, ella se fue de Alemania y él se quedó? ¿Cómo pudieron mantener ese 
vínculo? 
 
Silvia:
Arendt escribió libros muy valiosos. Uno de ellos es "Los
orígenes del totalitarismo" donde intenta explicar cómo nacen históricamente 
esos movimientos que masifican y anulan subjetividades.
Allí, analoga movimientos tiránicos de una y otra ideología extrema, 
y muestra la psicología de las masas. También escribió "Eichman 
en Jerusalén", donde como corresponsal del juicio y de su transmisión,
opina respecto de la psicología individual de este jefe nazi.
Es importante leerla y abordar su producción filosófica, aún para
disentir con su pensamiento y/o criticar su posición subjetiva. Lo propio con Heidegger, 
"Ser y Tiempo", entre otras obras filosóficas, es una producción insoslayable de la filosofía contemporánea.

Jack:
La verdad es que no comprendo por qué los filósofos los nombran y
menos aún el por qué los leen. La relación entre ambos me parece
contradictora y enigmática.
¿Serán moda? ¿Estaré fuera de esa realidad yo?

Silvia:
Maravilloso que tú y yo en estos diálogos no neguemos ni
ignoremos su existencia ni su producción eminentemente filosófica.
Después, vivan las opiniones, los dilemas éticos, las diferencias.
Pareciera peligro "no hablar" y super tranquilizador "hablar". Eso sí,
hay que poder hacerlo.

Jack:
Los asocio a ambos con el jamón como lo que me está prohibido por Ley judía.
El sólo escuchar sus nombres me genera preguntas y más preguntas. Por
el hombre, por sus contradicciones, por su sin sentido, por su elección ilógica, etc.

Silvia:
Ahora, Jack, como buen Patriarca del Siglo XXI nombrado como
Jacub, no crees que está re-buena la diferencia, la existencia de una
ética de la alteridad, si no ¿cómo vos y yo dialogamos entre dos
mundos? Estamos los dos preparados para hablar sin tapujos de
cualquier tema y más aún llegar hasta el hueso, hasta el "nudo de la
castración" si te lo permitís. Sin temores ni rodeos. ¿O no?
Si no releé esta producción tuya del 2005 y la debatimos the
next/la próxima. Allí, entre otros items, mostrás la falta de
prevención respecto de la crueldad humana sobre sus semejantes y el
riesgo de repetición de las barbaries. Tal vez, hablar de estas
cuestiones sea éticamente imprescindible entre congéneres.
www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-60097-2005-12-06.html

Jack:
"(...)"

viernes, 26 de julio de 2013

Misceláneas judías para la pausa del Sábado



19 de Av de 5773
Job (fragmento)
de Joseph Roth

-         ¿Qué te sucede, Mendel? ¿Por qué haces fuego? ¿Quieres quemar la casa?
-         Quiero quemar – contestó él – algo más que una casa y más que un hombre. Vais a quedar asombrados cuando os diga lo que quiero quemar. Os vais a asombrar y vais a decir: mendel también se ha vuelto loco, como su hija. Pero yo os aseguro que no estoy loco. Lo he estado. Durante más de sesenta años he sido un loco y ahora ya no lo soy.
-         Dinos entonces; ¿qué es lo que quieres quemar?
-         ¡Quiero quemar a Dios!
De los labios de los cuatro amigos brotó al mismo tiempo un grito. Ninguno de ellos era tan piadoso como Mendel. Los cuatro vivían desde hacía bastante tiempo en América, trabajaban los sábados, pensaban sólo en el dinero, y un polvo gris cubría su vieja fe. Habían olvidado muchas costumbres, habían faltado a muchos mandamientos, habían pecado de pensamiento y de obra. Pero aun vivía Dios en sus corazones. Y cuando mendel blasfemó contra Dios, sintieron como si con sus flacos dedos les hubiese tocado en sus corazones desnudos.
-         No blasfemes, Mendel – dijo Skovronnek tras un largo silencio. – Mejor que nosotros sabes tú, puesto que lo has aprendido muy bien que los castigos de dios tienen un fin oculto. Nunca sabemos por qué El nos castiga.
-         Pero yo sí lo sé, Skovronnek – contestó Mendel. – Dios es cruel, y cuanto más le obedecemos, más severo se muestra con nosotros. Es más poderoso que todos los poderosos, y al más fuerte puede matar con una uña, pero no lo hace. Prefiere aniquilar a los débiles. La flaqueza del hombre excita  su fuerza, y la obediencia su ira. Es un gran Ispravnik cruel. Si acatas sus mandamientos, dice que los acatas por tu conveniencia. Y si no los acatas, te persigue con mil castigos- Si quieres hacerle una mala jugada, te hace polvo en el acto; si eres honrado, aguarda a que intentes hacérsela. En toda Rusia no hay un Ispravnik peor que El.
-         Acuérdate, Mendel – comentó Rottenberg – acuérdate de Job. El sufrió tanto como tú. Estaba tumbado en el suelo, con ceniza sobre la cabeza, y sus llagas le dolían de tal modo que se revolcaba como un animal. También él blasfemó contra dios. Y todos sus males habían sido sólo una prueba. ¿Qué sabemos nosotros de lo que pasa arriba? Acaso el espíritu del mal haya ido hasta Dios, como en aquellos tiempos, y le haya dicho: “Hay que tentar a un justo”. Y quizás le haya respondido Dios: “Tienta a Mendel, mi siervo.”
-         Y ya ves tú – añadió Groschel – que tu reproche no está justificado, pues Job no era un pobre ni un débil, sino un poderoso. Y tampoco tú era un pobre, Mendel. Tu hijo tenía un almacén, y cada año se hacía más rico. Tu otro hijo, Menuchim, estaba casi curado y a punto de llegar a América. Tú has tenido buena salud, así como tu mujer; y tu hija era linda, y casi habías encontrado un buen marido para ella.
-         ¿Por qué atormentas mi corazón, Groschel? – contestó Mendel - ¿Por qué me recuerdas cuánto ha sido y no es? Aun no están bien cicatrizadas mis heridas, y tú las abres nuevamente.
-         Tienes razón – dijeron los otros tres.
Y empezó Rottenberg:
- Tu corazón está herido, Mendel, ya lo sé. Pero como podemos hablar contigo, y tú nos permites que participemos de tu dolor, tal como si fueses nuestro hermano, no te irritarás contra nosotros si te rogamos que pienses en tu hijo Menuchim. Tal vez hayas tentado desbaratar los planes de dios abandonando a Menuchim. Has tenido un hijo enfermo y has obrado con él como si hubiese sido un mal hijo.

Se hizo  el silencio. Durante un gran rato Mendel no dijo nada. Cuando empezó de nuevo a hablar, lo hizo como si no hubiese oído las palabras de Rottenberg, pues se dirigió a Groschel diciéndole: 

      - ¿Y de qué sirve tu ejemplo de Job? ¿Habéis visto con vuestros propios ojos un milagro? ¿Un milagro como se cuenta en la historia de Job? ¿Es que mi hijo Schemarjah puede levantarse de su tumba, allí en Francia? ¿Podrá hallársele vivo a mi hijo Jonas, el desaparecido? ¿Saldrá del manicomio mi hija Mirjam con salud? Y si saliese ¿podría encontrar un buen marido y vivir con él tranquilamente, como si no hubiese estado loca? ¿Se levantará mi mujer de su tumba, que todavía está húmeda? Y en cuanto a mi hijo Menuchim, aun en el caso de que todavía se halle vivo allá, en medio de la guerra, en rusia, ¿podrá presentarse aquí? Y no es verdad, - añadió volviéndose ahora a Rottenberg- que yo haya castigado a Menuchim para castigarle como a un mal hijo. Tuve que salir de Rusia por otras razones. A causa de mi hija, que comenzaba a andar con los cosacos, ¡con los cosacos! ¿Y por qué estaba enfermo Menuchim? ¿No era ya su enfermedad una muestra de que Dios estaba irritado contra mí y me enviaba uno de los primeros castigos que yo no había merecido?
                                                                
                                                                   **********

Moses Josep Roth (Brody, Imperio austrohúngaro, 2 de septiembre de 1894 - París, 27 de mayo de 1939) fue un novelista y periodista austríaco de origen judío.
Escribió con técnicas narrativas tradicionales varias novelas de calidad como Fuga sin fin, La leyenda del santo bebedor, La cripta de los capuchinos o La rebelión. Su obra más conocida es La marcha Radetzky, que describe a una familia durante el ocaso del Imperio austrohúngaro. Está considerado, junto con Hermann Broch y Robert Musil, uno de los mayores escritores centroeuropeos del siglo XX. Formó parte de la literatura del exilio provocado por el nazismo. Su obra fue reconocida póstumamente.

Job. Romance de un hombre sencillo (en alemán, Roman eines einfachen Mannes) es una novela que Joseph Roth, escribió en 1930, inspirada en el personaje bíblico de Job. Trata sobre la lucha de los judíos de Europa Oriental, en una analogía moderna de la historia bíblica.

"Diálogo entre dos mundos"

Por Jack Fuchs y Silvia Lef

Jack:
     ¿Sabés en qué pensaba?
En la negación de Arendt respecto de Heidegger.
¿Nunca se le ocurrió preguntarle a él por los trenes de la muerte?
¿No hablaban de éso? ¿Cómo pudo estar con él?
¿Y su posición respecto de Eichman? ¿Qué pensás?
¿Cómo explicás esas extrañas alianzas?
Es como aquel que escribe un libro hebraico y se lo dedica a Hitler o
a un pensador, filósofo, poeta nazi. ¡Paradojal!
Me inquieta la alianza con la locura del enemigo. ¿Qué diría el psicoanálisis?

Silvia:
Hacer alianza con ese otro, garantizaría la fuga de la persecución
paranoica. Si te aliaras con tu enemigo, creerías que ya no es tu enemigo.
¿Escuchaste acerca del sindrome de Estocolmo?
Ha explicado bodas muy extrañas entre perseguidores y perseguidos que
se unían en un enigmático y mistérico enlace que diluía el contraste y
la diferencia

Jack:
¿Qué era exactamente ese síndrome y por qué lleva ese nombre?
Si no lo explicás, es un simplismo la respuesta.

Silvia:
   Hubo una vez un 23 de agosto de 1973, en la ciudad sueca de
Estocolmo. Allí, en el marco de un atraco con rehenes nació la
expresión "sindrome de Estocolmo°. Jan Erik Olsson, un presidiario con
libertad condicional, entró en el banco Kreditbanken de Norrmalmstorg, en el centro de la ciudad.
Con el alerta policial, dos oficiales llegaron de forma inmediata. El
atracador hirió a uno de ellos y mandó al segundo sentarse y cantar.
Olsson había tomado cuatro rehenes y exigió tres millones de coronas
suecas, un vehículo y dos armas.
    El gobierno llevó allí a Clarck Olofsson, amigo del
delincuente. Así comenzaron las negociaciones entre atracador y policía.
Ante la sorpresa de todos, una de los rehenes, Kristin Ehnmark, 
no solo mostraba su miedo a una actuación policial que acabara en tragedia sino 
que llegó a resistirse a la idea de un posible rescate, se sentía segura, 
a pesar de ser víctima de un delito violento.
Tras seis días de retención y amenazas del secuestrador, de cuyo lado
se puso la propia Ehnmark, la policía decidió actuar y cuando comenzaron a gasearles, 
los delincuentes se rindieron. Nadie resultó herido. Tanto Olsson como su amigo Olofsson 
fueron condenados y sentenciados, aunque más tarde se retiraron los cargos contra Olofsson, 
que volvería a delinquir. Jan Olsson, en cambio, tras cumplir 10 años de prisión
saldría de prisión totalmente rehabilitado y con una legión de fans.
Mientras duró el proceso judicial, los secuestrados fueron reticentes a
testificar en contra de los que habían sido sus captores y aun hoy
manifiestan que se sentían más aterrados por la policía que por los
ladrones que los retuvieron durante casi una semana. Así fue que el
criminólogo Nils Bejerot acuñó poco después y a consecuencia de 
aquel caso, el término Síndrome de Estocolmo para referirse a rehenes que se
sienten este tipo de identificación con sus captores.

   Jack:
Fuera de este banco, hubo otros casos que se asociaron con
este sindrome. Recuerdo una presa que se casó con su guardiacárcel, 
una mujer que se casó con su secuestrador, etc,etc. Te voy a contar un par de chistes:
un niño va al jardín y cuando vuelve la madre le pregunta que
aprendió. Mi nombre, Marvin. No Teivele ni Márvele.
Otro chiste: tanto pensar qué nombre ponerle a la nena y sabés 
¿cómo la nombraron?. "Porota". Soy Jacub. Me quedó ese nombre, tras la
liberación. En mi documento figura otro nombre, otra edad y otro día
de nacimiento. Figura que soy del 27 y soy del 24. Ahora, sé bien quien
soy y qué soy. Otros, como yo, cambiaron el documento y corrigieron
todos los datos.

Silvia:
Ahora comprendo por qué te dicen "Jakub, el Patriarca del Siglo XXI..."
Lo demás es pura fábula...

Jack:
(...)

lunes, 22 de julio de 2013

Presentación de libro


"Diálogo entre dos mundos"

Por Jack Fuchs y Silvia Lef

Jack:
      Silvia, me hace pensar un montón lo que dialogo contigo. Creo
que quedamos pocos sobrevivientes de la Schoá y descubro que muchos no
hablan de este tema como si no existiera.

Silvia:
      ¿Negacionismo en quienes niegan su existencia como acto?
¿Negación en los que se defienden no hablando de éso, como si nunca
hubiera sucedido o como si el ser humano no fuera capaz de tamaña
aberrante acción contra su prójimo y/o su semejante que podría haber
sido cualquier otro humano?

Jack:
     Con vos puedo hablar de cualquier tema y también de éso. Ahora,
me pregunto: ¿acaso, tengo derecho a exigir que los demás me
consideren y consideren ese tema como obligado?

Silvia:
¿Por qué no pensar que lo que sucedió involucra a todo el género 
humano?
Tenés pleno derecho y además, el deber de ejercerlo. Máxima autoridad la 
tuya. Es que lo sucedido involucra al género humano per se, Jack.
Mirar para otro lado y hacerse el que yo no sé de que me hablás es
negar(se) a asumir la propia responsabilidad por el acto del congener
y además omitir denunciar la violación de derechos, como un otro acto,
ya negligente, ya imprudente, ya imperito, ya culposo, ya doloso.
Ya con intención de dañar; ya sin intención de dañar es como decir: 
no soy humano. Lo que sucedió es funcional, normal de esta especie.

Jack:
    Te cuento un chiste de dos italianos: uno está con un teléfono en
la mano y el otro le pregunta ¿para qué es éso? El primero le dice,
este aparato es para hablar y mi mano es para gesticular. Creo que
este chiste me ayuda a explicarte algo que en vos me ayuda en nuestros
diálogos. Bajás al llano y a través del folklore te expreso lo que
siento y lo que pienso.
     Me gustaría compartir con nuestros lectores aquella page de la
contratapa de Página 12 intitulada "El hombre que me hizo llorar".

Silvia:
Increíble texto que ilustra paradigmáticamente nuestro diálogo de hoy.
Le pone letra, palabra al tabú y además nos reencuentra con tu faz de
Patriarca del Siglo XXI, nombrado como Yacub...

Jack:
Página/12 :: El mundo :: El hombre que me hizo llorar
www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-144147-2010-04-19.html
19/04/2010

Silvia:
     "(...)"

viernes, 19 de julio de 2013

Misceláneas judías para la pausa del Sábado



12 de Av de 5773
Sobre la condición humana de Pinjas Sadeh 
(fragmento)

“…Quiero tan solo comprender… para mí es importante comprender,. En realidad, contemplé también otra posibilidad, completamente distinta… Medito sobre ella durante largas horas, noches enteras.”
“¿Sobre qué?”
“Sobre El. No veo ningún tema más importante que este.”
Y en este momento, no sé porqué, surgió en mi mente un breve relato que escuché sobre Absalón. Me extraña no haberlo recordado antes, cuando me contó sus sueños sobre las dos muchachas. Aquel relato – que pertenece al pasado, es decir, al período de dos años que pasó entre el momento del kibutz y se enroló en el ejército – era nebulososy el que me lo hizo conocer no recordaba a ciencia cierta dónde sucedió la cosa, quizás en Haifa. En un anochecer – me contó – al pasar por un callejón tranquilo y pequeño, echó una mirada hacia uno de los patios y a la luz de la luna vió a un mocetón  sentado en el pasto y a dos muchachas, una rubia y otra morena, que estaban a los lados de aquel, tal vez sentadas o arrodilladas. Y lentamente peinaban sus cabellos. Ese mozo era, precisamente, Absalón, pero las muchachas eran extrañas y desconocidas para el que me lo contó.
“¿Y cuál es la posibilidad que contemplas?”, pregunté.
“He aquí, así me lo imagino… (Hablaba ahora con una voz muy tranquila, lentamente, como si lo hiciera consigo mismo), me lo imagino de esta manera: ¿tal vez Dios, igual que un santo que se flagela, precisamente debido a su ardiente amor, creó a los hombres para que ellos sufrieran penurias y para que El pudiera participar en este dolor, para que El pudiera sufrir dentro de ese amor? Y es que de Dios se ha dicho también que odia, recela, se enfurece, recuerda la gracia de la juventud… No, yo se que esto es lejano, ¡muy lejano para ser comprendido! Y yo…yo siento que debo comprenderlo, siento a veces tal opresión, ya que todo lo demás… todo lo demás es una estupidez total. Leí libros, y algunos dicen cosas muy infantiles; por ejemplo, Filón, el alejandrino, en su obra sobre la creación del mundo, arguye que la prueba de que Dios es uno y no múltiple reside en que es imposible pensar que en los cielos domine el régimen deficiente por excelencia, es decir, el gobierno de la chusma… Lo leí con mis propios ojos. Y es difícil explicar de esta manera la muerte de una nena, de cáncer, o la vida del pobre vendedor de juguetes, o las crueldades de Genghis Khan, en fin, todo este mundo que a veces siento; y esto me hace palpitar el corazón, hasta el punto de que quisiera abrazarlo, con brazos gigantescos, a todo ese silencio de los campos en la noche, a los árboles, al río…Pero si no se lo comprende, todo esto deja de ser concreto y se esfuma
como un sueño…Y éste es un inmenso sufrimiento. Recuerdo que una vez leí una obra de Tomás de Aquino. Me gusta leerlo, especialmente cuando habla de los ángeles. Por ejemplo, si un ángel puede dar órdenes a otro, o si un ángel puede saber algo desconocido para el otro… Y desarrolla una cadena de preguntas y respuestas con una lógica tan encantadora, tan simple que se parece a una obra de Bach… Me imaginaba cómo, tal vez, el abate lo invitaba y le decía: “Hermano Tomás, las cosas nos infunden tanto cansancio, hay una confusión en este problema de los ángeles. Nuestros monjes, discuten continuamente y al llegar la mañana, en lugar de salir a su trabajo siguen discutiendo ardientemente… Y ha ocurrido que en algunos de nuestros monasterios un monje destrozara la nariz a otro, debido a la afiebrada polémica sobre si los ángeles dominan varios idiomas… Por eso, querido Tomás, tómate dos o tres años, siéntate tranquilo y prepáranos de una vez por todas una obra autorizada y detallada sobre tan respetable tema, para que finalmente reine la paz en el rebaño de dios… Y en cuanto a tus comidas, las recibirás de nuestro tesorero.”  De cualquier manera, con respecto a aquella obra de Tomás que leí, él no tocó el tema de los ángeles, sino afirmó según ahí se dice, que somos incapaces de saber qué es Dios, y que sólo sabemos seguro lo que no es Dios. Y a continuación, explica que Dios es inmutable, indivisible, intemporal, que no se puede mover de un lugar a otro, que no es… pero yo pensé para mí ¿por qué? ¿no es también posible lo contrario?¿qué sabemos nosotros? ¿ qué valor tienen nuestras palabras divisible o unificable…? ¿acaso no es posible que Dios pueda hacer lo que se le antoje, que no pueda hacer las cosas que hacemos nosotros? Nosotros podemos sufrir, dormir, morir, robar ¿y por qué El no podría hacerlo? ¿Es posible que existe algo, por lo tanto, fuera de Dios? Y tal vez nosotros no somos más que Su lengua mentirosa, Su corazón sufriente, Su mano ladrona, pero por otra parte, hace algún tiempo leí en un libro de Spinoza en que éste se oponía a los que dicen que “lo bueno es bueno porque Dios lo quiere y, si es así, Dios puede hacer que lo malo sea bueno también…” A mi juicio es indudable que El puede hacerlo. Y quizás lo hace, pero Spinoza dice que éste es un pensamiento absurdo, “como si dijéramos que Dios es Dios porque quiere serlo y por eso no puede no ser Dios”. Y Spinoza observa que eso es por completo absurdo. Pero yo creía, leyendo todo eso, que esta posibilidad no es menos aceptable que cualquier otra, y me imagino que Dios,  siendo Todopoderoso, puede no querer ser Dios, y entonces pasó por mi mente esa posibilidad, e intenté imaginármela en todos sus detalles, por ejemplo, que El se retirara y viviera en alguna pieza alquilada, en alguna gran ciudad, por ejemplo, en Shangai…”
***********

Pinjas Sadeh nació en Galitzia en 1929 y llegó a Israel en 1934. Se educó en el kibutz. Durante algún tiempo cursó estudios superiores en Londres.
Su primer cuento se publicó en 1945 y su primer poema en 1946. Ha escrito novelas, relatos para niños, artículos periodísticos y preparó varias antologías.
Sus libros ponen en evidencia una particular visión del mundo, influida especialmente por la mística - judía y cristiana -, la filosofía niestzcheana y ciertas posturas existencialistas.

"Diálogo entre dos mundos"

Por Jack Fuchs y Silvia Lef

Jack:
     ¿Sabés en qué pienso? En lo que decía Milton el poeta acerca de la
mente humana: de ella puede salir lo mejor o lo peor. Sentado en una silla,
podés construír un Paraíso o un Infierno. Para misterios, no habría que
buscar en el Cielo sino más bien, descifrar lo que sucede en la Tierra.
Ahora, ¿no te parezco un chico con los planteos? ¿No soy infantil? Es que
no comprendo al hombre. Es un misterio su conducta siempre.

Silvia:
       No me parecés infantil en nada. Creo más bien que pensás siempre en
los contrastes, en los dos mundos, en la coexistencia de cuestiones
antinómicas y/o dilemáticas.

Jack:
     Por ejemplo "Fumar es perjudicial para la salud" pero la gente fuma y
se vende el tabaco. ¿Por qué no prevenir? ¿Por qué vender lo que mata? El
país que más campañas ha hecho es a la vez el que llevó el vicio al mundo
occidental. ¡Qué paradoja!

Silvia:
      Se sabe que hace daño. En la publicidad figura la prevención. Cada
cual elige si optar o no por ello. El que fuma conoce perfectamente sus
efectos y eso no lo detiene. Es una cuestión de  libre elección.

Jack:
¿Vos le ponés crédito a la humanidad?
Estoy como muy decepcionado de la especie. "Sin respiro".

Silvia:
¿ Acaso, vos no representás a la humanidad entera, como lo hace cada humano?
  "Sin respiro",   ese es el título de una interesantísima contratapa
de Página 12 en la que hablás de otros contrastes humanos.
Compartámoslo con nuestros lectores.

Jack:
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-201568-2012-08-22.html

Silvia:
El 8 de Julio cumpliste tus ochenta y nueve. ¿Cómo fue?

Jack:
Maravilloso con la familia. Compartimos una pizza y ¡voy por los
noventa! Allí festejaremos.

Silvia:
Te tomo la Palabra Yacub: un Patriarca del Siglo XXI nombrado como...

Jack:
"(...)"

miércoles, 17 de julio de 2013

19º Aniversario del Atentado a la AMIA



¡Ay de los que llaman al mal, bien y al bien, mal,
y dan oscuridad por luz y luz por oscuridad,
que dan amargo por dulce y dulce por amargo!
¡Ay de los que se creen sabios y se arrogan toda la inteligencia!
¡Ay de los que absuelven al malvado por soborno 
y le quitan al justo su derecho!  
                                           (Isaías, V/20)

¡Ay de los que decretan decretos inicuos
y de los escribientes que anotan vejaciones
excluyendo del juicio a los débiles,
atropellando el derecho de los míseros de mi pueblo!
¿Qué hareis el día de las cuentas?
¿A quién vendreis a pedirle socorro? 
                                            (Isaías, X/1)

Oíd la palabra de Dios
burladores, señores de este pueblo.
Habeis dicho:
Hemos hecho alianza con la muerte
y hemos pactado con el abismo;
hemos hallado refugio en la mentira
y nos hemos escondido en el engaño
de modo que cuando pase el azote desbordado
no nos podrá alcanzar. 
                                           (Isaías, XXVIII, 14)

Por eso dice el Señor:
Pondré a la equidad por medida
y a la justicia por nivel.
El granizo barrerá el refugio del embuste
y las aguas inundarán su escondite;
será rota vuestra alianza con la muerte
y vuestro pacto con el abismo no se mantendrá.
Cuando pase el azote desbordado os aplastará,
siempre que pase os alcanzará.
Porque mañana tras mañana pasará,
de día y de noche;
y temblareis de solo oirlo.
Y la cama resultará estrecha para cobijarse,
y la manta, corta para cubrirse. 
                                           (Isaías, XXVIII,16)

viernes, 12 de julio de 2013

Misceláneas judías para la pausa del Sábado

5 de Av de 5773

Alberto Gerchunoff. El argentino más judío, el judío más argentino de Ricardo Feierstein (fragmento)
(Editorial Capital Intelectual, 2013)




¿Se entiende entonces la genial jugada de Alberto Gerchunoff?
A la figura del gaucho, respondió con la del gaucho judío. Al arquetipo de la herencia hispánica, con la lengua del Siglo de Oro español, el legado de las raíces sefaradíes y las novelas cervantinas, tronco de toda la cultura española. Y se forjó, además, como un maestro del idioma hablado en la Argentina, incluso por encima de los filólogos nativos más eminentes.
Una parte considerable de su obra está dedicada a aquella España tricultural – mora, cristiana y hebrea, antes de la expulsión de 1492 – donde el judío “convivía con el hermano cristiano sin desconfianza recíproca, sin obstáculos, sin resquemores equívocos”. Esa herencia de Sefarad – insiste el investigador Norbert Rehrmann, que ha estudiado este aspecto particular- es un tema central, casi obsesivo en su obra, que abarca varios libros y artículos: “Igual que (Henrich) Heine, a cuya obra también dedica un estudio, ve en la cultura judía de la península un elemento consustancial de la Hispanidad”. Escribirá Gerchunoff, en su artículo Los judíos en lengua castellana:
“Las primeras antologías poéticas de España fueron hechas por judíos. Judío era el agudo y atravesado coplero Montoso; judío el prodigioso creador de la Celestina”.
Pero su interés por España, que duró toda la vida – insiste Rerhmann – va, sin embargo, mucho más allá de la temática judía del medioevo: “Su entusiasmo es un homenaje a toda la cultura española, a veces, como en el caso de Marcelino Menéndez Pelayo, incluso a aquellos españoles que se glorificaban como ´martillo de herejes´. Este grado de veneración hispanófila fue, no obstante, la excepción de la regla. La regla fue su veneración por aquella España que vio simbolizada en Don Quijote, objeto de varios elogios de su pluma: “Hay dos Españas, la felipesca, o sea el país sumergido en la sombra de un pasado funerario, y el país viviente, de cuya médula extrajo Cervantes la escencia profunda del quijotismo.” Por desconcertante que parezca el españolismo de Gerchunoff, que fue también un patriota argentino avant la lettre, la razón última de su veneración hispanófila, algo que lo une íntimamente con Heine, se encuentra en la herencia de Sefarad, tanto en su dimensión cultural como política”.
Esta estrategia tal vez fuera deliberada y se adereza con la abundante ironía que Gerchunoff derrochaba en sus noches bohemias, pobladas de colegas literatos y buen vino. Pero parece más probable que se construyera a través de una serie de oscuras intuiciones, inconscientes epifanías, trabajosas y aisladas tácticas para descubrir aquellos caminos – el oxímoron del gaucho judío, la pureza del lenguaje cervantino – que confluyeron en su objetivo de máxima: la integración.
Como un experimento yudoca, aprovechó la fuerza del oponente para derribarlo con un teorema impecable: a la asimilación y pérdida de la cultura original inmigratoria en el calor de un yunque que proponía el “crisol de razas”, por un lado, y al encierro en un gueto espiritual que, como un cuerpo extraño al entorno, reitera sin cambios el modo de vida y el idioma del lugar de origen, Gerchunoff opone una visión integradora, que resulta la síntesis entre ambos extremos y abre las puertas a la Argentina real que viene siendo en el siglo XX, la de todos sus habitantes.
Impecable y sutil: un judío nacido en Rusia se convierte, con su producción cultural, en la perfecta conjunción entre los anhelos y desvaríos de la clase patricia argentina y la representación, en la literatura nacional, de las bulliciosas y masivas corrientes inmigratorias. Menudo problema para xenófobos y encendidos nacionalistas.


***********
Ricardo Feierstein es escritor, editor, ensayista, periodista y arquitecto. 
Escribió más de treinta libros, entre novelas, cuentos y poemas.
Uno de sus más famosos ensayos es la Historia de los judíos argentinos. Reunió la obra de Gerchunoff en la antología Judío y argentino.
Alberto Gerchunoff. El argentino más judío, el judío más argentino se encuentra disponible en nuestra Biblioteca, así como gran parte de la obra de Feierstein.


Presentación del libro: "Las bravas Mujeres" de Myriam Escliar




jueves, 11 de julio de 2013

"Diálogo entre dos mundos"

Por Jack Fuchs y Silvia Lef
Jueves 27 de Junio de 2013

Jack:
    Te voy a contar un chiste para empezar a dialogar contigo.
¿Qué hace un rabino cuando escucha a uno que tiene razón y luego a
otro que también tiene razón? Está en un problema. Debería decirle 
a cada cual que es verdad lo que dice. Como no es Papa, dado que los
judíos no tenemos esa figura emblemática, puede hacerlo. Está en el
medio de dos razones diferentes.

Silvia:
    Su trabajo apuntaría a lo que B.Spinoza nombraba como lo esencial
en el universo humano: el deseo. Singularidad recabada por los morim
Freud y Lacan para hablarnos de la subjetivídad de cada
cual, de cada quien. Casi dos rabanim...

Jack:
     Lo difícil es poder hablar. Romper el silencio. Decir aunque el
otro no quiera saber acerca de éso. ¿Qué hacer? ¿Qué decir? 
¿Qué pensar? ¿Se puede obligar a alguien a hablar de algo que para él no
existe?

Silvia:
      Pensemos juntos. Tal vez podamos extenderles a nuestros lectores
algun artículo tuyo reciente que aborda cierta dimensión del silencio.
Debatir luego. Hablar una y otra vez de las dificultades y de los
óbices hasta romper esa resistencia.

Jack:
    ¿Página/12 :: Contratapa :: El silencio más doloroso
www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-214711-2013-02-27.html
27/02/2013?

Silvia:
      ¿Patriarca nombrado como Yacub en Siglo XXI?

Jack:
 "(...)"

"Diálogo entre dos mundos"

Por Jack Fuchs y Silvia Lef
20 de Junio de 2013 
 
Jack:
  Silvia, ¡qué bueno reunirnos aunque sea feriado!
 ¡Nuestros diálogos constituyen un verdadero trabajo que nunca me
gusta interrumpir!
Me encanta que siempre vengas y que no falles nunca, por nada.

Silvia:
     ¡Por supuesto, Jack!
Insoslayable, indeclinable, irrenunciable tarea. Pensar en conjunto,
pensar la diferencia. Hacer nuestro diálogo entre dos mundos 
es desafiar los monólogos, los solipsismos, los soliloquios. 
¿O no? Jamás podría fallar a tamaño compromiso.

Jack:
    Es difícil aceptar que existe un mundo exterior
fuera de uno mismo. Además, ver que las creencias de uno son
diferentes de las de otro. Debo también admitir que mi modo de ver las
cuestiones difiere del tuyo. Eso es re-valioso. Hablar desde ahí,
increíble. Además, siento que al contarte las cosas que pienso, aún
las que me suceden y hablar de ello contigo está super.
 Hay un famoso sipur que sucede cuando un rabino intercede entre dos
que se pelean. El problema surge porque uno tiene razón y el otro
también tiene razón.¿Qué hacer ahí?

Silvia:
   Bueno, fijate que el Talmud alienta el disenso y la controversia.
¡Vivan los dilemas! Si hubiera un fallo unánime, se anula per se. 
Puesto que esa unanimidad violaría el derecho a
la defensa. Prometimos colocar una contratapa tuya escrita para Página 12 acerca
de tu visión de la Guerra Civil Española. ¿Qué te parece si va en el
Diálogo de hoy en tu boca?

Jack:
   Acepto lo dicho, cfr. "Los sueños, el hambre y la guerra" del
14/09/2011en Página 12.
"Los 75 años que han pasado desde el inicio de la Guerra Civil Española
me hacen reflexionar, aunque se mezclan en mi mente los recuerdos de
lo vivido en aquella época en que era adolescente, mi mirada de
entonces con mis vivencias unos años después, una vez comenzada la
Segunda Guerra Mundial, y lo que sugiere el mundo en el que vivimos
hoy. A mediados de los años ’30, yo vivía lejos de España, en mi
Polonia natal, pero los acontecimientos me conmocionaban.

Yo siempre percibí la Guerra Civil Española como una especie de
antesala de la guerra mundial. Allí, el ejército alemán probó sus
nuevas armas y prestó ayuda al que, en un futuro no muy lejano, sería
el dictador de España Francisco Franco. Ante tales movimientos, ningún
país (excepto la Italia de Mussolini, con un régimen fascista como el
que intentaba instalar Franco) intervino en la Guerra Civil Española
por miedo a la declaración de una nueva guerra por parte de Alemania.

En las Brigadas Internacionales que lucharon apoyando a los
republicanos españoles se congregaron hombres de 54 nacionalidades
distintas. La nacionalidad más numerosa era la francesa, con una cifra
cercana a los 10.000 hombres, buena parte de ellos de la zona de
París. La mayoría no eran soldados, sino trabajadores reclutados por
los partidos comunistas voluntariamente o veteranos de la Primera
Guerra Mundial. Entre las demás, estaban también los norteamericanos,
integrando la llamada Brigada Abraham Lincoln. Se trataba de una
organización de voluntarios que se integraron a unidades de las
Brigadas Internacionales, en apoyo de la República Española. Gran
parte de sus integrantes eran miembros del Partido Comunista de los
Estados Unidos o de otras organizaciones obreras socialistas. La Unión
Internacional y la URSS enviaron asimismo hombres a luchar contra el
franquismo. La diferencia era que estos últimos eran mandados
oficialmente por el gobierno central.

En aquellos tiempos, yo tenía 14 años y vendía estampillas en Lodz
para ayudar a los republicanos en su lucha. Para nosotros, con nuestra
formación socialista, en mi caso pertenecía al Bund (Partido
Socialdemócrata judío de Polonia), el gobierno republicano
representaba claramente a la clase obrera y luchaba por la justicia
social, por un mundo en paz, de fraternidad entre los hombres. Era lo
que habíamos aprendido: debíamos ayudar al gobierno que representaba
la lucha contra el fascismo de Franco, Mussolini y de Hitler.

En esos años, más precisamente en 1939, mientras Alemania firmaba el
pacto Ribbentrop-Molotov, una paz artificial que todos sabían duraría
poco, muchos jóvenes judíos de hogares muy practicantes decidían ir de
Polonia a luchar a España en apoyo de los republicanos, cosa
completamente incomprensible para sus padres y abuelos, para quienes,
por otra parte, España constituía un territorio prohibido para los
judíos a partir de la Inquisición en 1492. El gobierno polaco no
permitió la salida de aquellos que deseaban ir a luchar a España,
pero, a pesar de ello, muchos viajaron clandestinamente.

En los mismos años, sucedían matanzas terribles en la entonces URSS.
Numerosos comunistas que habían escapado de Polonia cuando allí se
prohibió la existencia de su partido habían sido recibidos con todos
los honores en Moscú. Luego de un par de años, fueron juzgados,
declarados espías y finalmente asesinados. Todo ello ocurría mientras
también se producían los enfrentamientos y los miles de muertos en
España.

En 1941, luego de la invasión de Rusia a Polonia, y con Alemania
ocupando la otra mitad del país, dos líderes del partido socialista
Bund son ejecutados por los rusos, acusados de haber sido espías
nazis.

Todos los recuerdos me brotan, desordenados. Fechas, hechos, vivencias
que bombardean mi cabeza ya anciana. En todo este caos encuentro un
hilo conductor: la crueldad del hombre, su ensañamiento con él mismo.
Ello no me tranquiliza. Todo lo contrario, me confunde cada día más.
Trato de entender las diferencias entre las revoluciones, las guerras
civiles. Sé que hay personas que se dedican a clasificar los hechos
históricos, a ponerles nombres a los distintos conflictos humanos. Esa
tarea se las dejo a ellos. Yo me resisto a creer que se pueden
explicar las guerras, las matanzas y las crueldades. Las
justificaciones siempre me incomodaron.

Empiezo a darme cuenta, a los 87 años, de que lo que extraño de mi
infancia y mis primeros años de adolescencia es el sueño de un mundo
sin guerras, un mundo de libertad, sin fronteras, sin hambre. Todo eso
se esfumó y contemplo cómo nuestra civilización, mientras sigue
avanzando científica y tecnológicamente, no ha podido resolver
problemas básicos como el hambre y las guerras. Me asusta afirmar que,
después de la Segunda Guerra Mundial, casi nada cambió. Las muertes en
guerras civiles, revoluciones y conflictos entre países no cesaron.
Los nacionalismos y los distintos tipos de discriminación se
multiplican, brotan, y, ante ello, la humanidad no parece
sorprenderse. Siempre excusas para matar, siempre guerras dentro de
otras guerras, “justificadas” por los hombres en nombre de ideologías.

Cada vez hay más fronteras. Cada vez hay más conflictos. Todo parece
demostrarme que mi sueño adolescente se apagó.

* Escritor, pedagogo.
Sobreviviente de Auschwitz".

Silvia:
      Fabuloso escrito. Allí esbozás tus ideas acerca de la guerra
civil española como prolegómeno del nazismo y tu opinión sobre la
especie humana, quien rivaliza a ultranza atrapada en la permanente
pulsión thanática. Adherís al hobessianismo en su famosa fórmula 
"el hombre es el lupus/lobo del hombre", reinterpretada por Freud en pleno
Siglo XX, en el "Malestar en la Cultura".

Jack:
Soy algo descreído en la especie humana. Aunque está rebueno que
hablemos e intercambiemos criterios. Vos le ponés fe a nuestra
Palabra. ¿Creés en nuestros diálogos?
Una nueva apuesta a mis ideales de juventud es dialogar contigo. Estoy
super agradecido por tu amistad. Me parece un privilegio. ¿Vos, me
padecés?

Silvia:
    ¿Padecer(te) a vos?
      ¿Vos que pensás, Jack?
Acaso, ¿supiste acerca de un Patriarca hebraico del Siglo XXI nombrado
como Yacub que lleva tus rasgos? ¿Tal vez lo conozcas y/o tal vez te
sorprenda esa, tu otra faz, de pensador, de periodista, de pedagogo
sin igual, con una otra fe en (el) pensar?

Jack:
     "(...)"